



Tendreis noticias mias... de una manera u otra.
DANIEL ZAHONERO INESTA EN TROMSØ
A la llegada a Honningsvag (a una hora intempestiva entre las 3 y las 4), aparcamos a solo unos metros del muelle donde, a las 6.30 de la mañana debia aparecer el barco que nos llevaria de regreso a Tromso. Pero por alguna extraña razon, el barco no estaba alli a la hora indicada. Tras recorrernos el puerto entero medio zombies en busca de una respuesta, averiguamos que el barco no saldria hasta el dia siguiente porque, al parecer alguien se habia dejado la puerta abierta atracando y habia quedado totalmente destrozada.
Esperarnos un dia mas no habria sido problema si no fuera porque no teniamos ni donde, ni dinero, ni por supuesto ganas de estar en aquel pueblo cuyo unico entretenimiento era un 'bar de hielo', propiedad de un tipo de Palencia (si si, de Palencia) que habia cerrado un par de dias antes y estaban recogiendolo.
Nuestras opciones pasaban por ir a Alta (otro pueblo, un poquito mas grande), y alli, alquilar un coche hasta nuestro sitio. El bus que ademas no era nada barato, salia a las 3 y llegaba a las 7 a Alta. Y esa habria sido nuestra opcion si no fuera porque nos cobraban 3000Nok (unos 350€) por coger el coche en un sitio y dejarlo en otro.
Asi que nuestro destino era tan oscuro como inevitable, dormir en cualquier portal hasta el dia siguiente que supuestamente, debia salir el barco.
En un ultimo intento, sin darnos por vencidos decidimos ir al 'aeropuerto/aerodromo/casa cerca de la cual aterrizan y despegan aviones' para ver si habia algun vuelo. Al llegar, el unico hombre que gestionaba todo aquello nos dijo que habia dos vuelos y uno lo habian cancelado por viento. Sin saber si el otro iba a salir o no, preguntamos cuanto nos podria costar la gracia: 2500Nok(300€). Decepcionados, camino hacia la puerta a alguien se le ocurrio preguntar si hacian descuento por ser estudiantes (algo que me hizo hasta gracia). Y para mi sorpresa, asi era, y no solo un descuento, nos estaba salvando la vida: 700Nok (unos 85€).
Solo faltaba que saliese el vuelo, porque el otro, lo habian cancelado por el viento. La angustiosa espera, no fue tan dura ya que encontramos un bar donde, por un zumo de naranja, nos dejaron estar mas de 4 horas disfrutando de un esperpentico espectaculo que consistia en noruegos de todas las edades y sexos emborrachandose, un domingo, a plena luz del dia...
Finalmente, el vuelo SI salia. La alegria era tal que a nadie le importo que el avion fuera de helices y el dia no acompañase para despegar ni aterrizar en condiciones.
Gran Experiencia